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2014: El mejor año del cine español

  • Cine

EL CINE ESPAÑOL FIRMA SU MEJOR AÑO

El cine español está de fiesta. 2014 pasará a la historia de la cinematografía en España. La taquilla ha reventado. Con 123 millones de euros recaudados y una cuota de mercado del 25,5%, cifra insólita y siempre soñada por la industria, el cine español ha conseguido la mejor taquilla de su historia. La cuota del 25,5% no se alcanzaba desde hace 37 años. Casi 21 millones de espectadores han elegido en 2014 películas españolas, un 89% más que el año anterior. A fecha de 7 de diciembre —falta por tanto lo grueso de este mes, un periodo vacacional tradicionalmente muy bueno para las entradas a las salas— las películas españolas han recaudado un 75,3% más que en 2013.

A pesar del 21% del IVA, medida en vigor desde hace dos años y contestada por toda la industria cultural, y del precio de las entradas —considerado elevado por el público—, los espectadores han acudido masivamente a disfrutar de la oferta española. Han sido varios los títulos que están detrás de este éxito y, por encima de todo, el fenómeno de Ocho apellidos vascos, el filme que, de manera inesperada, ha arrastrado a casi 10 millones de espectadores a las salas. La cifra, según estudios de mercado, significa que una buena parte del público ha acudido más de una vez a verla al cine, con una recaudación de 56 millones de euros, la más alta de la historia para un filme nacional.

Junto a la película de Emilio Martínez Lázaro, han sido varias las que han estado por encima de esa cifra mágica del millón de espectadores, como El niño, de Daniel Monzón (2,7 millones), Torrente V: Operación Eurovegas, de Santiago Segura (1,8 millones), La isla mínima, de Alberto Rodríguez (un millón de espectadores), o la reciente Mortadelo y Filemón, de Javier Fesser, que, en los 12 días desde su estreno, ha alcanzado las 480.000 entradas vendidas.

¿Es un espejismo? ¿Qué pasará en 2015 y en años venideros? Los productores, los grandes beneficiados en esta coyuntura, se muestran prudentes aunque esperanzados. Lo que sí parece claro es que la maldición que se venía arrastrando sobre la falta de sintonía entre el público y las películas españolas se ha roto. De momento. Todos cruzan los dedos. “Es la mejor noticia que hemos podido recibir, que también afecta de manera positiva a distribuidores y exhibidores. El público se ha puesto de nuestro lado, ha encontrado una gran variedad de películas en la oferta, pero no hay que lanzar las campanas al vuelo, porque hay que tener en cuenta la tendencia a más largo plazo. Hay que confiar en que se empiece a consolidar la taquilla. A lo mejor en 2015 no alcanzamos el 25% de cuota pero si se mantiene por encima del 20% sería ya un gran paso”, asegura José Antonio Félez, el productor de La isla mínima.

Ese enamoramiento con el público ya tuvo sus primeros escarceos a finales de 2013 cuando la Fiesta del Cine batió récords de asistencia, superando con creces a lo conseguido el año anterior. Ante este éxito, los responsables de la industria decidieron organizar dos Fiestas del Cine en 2014 (a finales de marzo y a finales de octubre), en las que de nuevo la asistencia fue masiva —2.196.000 espectadores en apenas tres días, en la séptima y más reciente edición—.

El presidente de la Confederación FAPAE (Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España), Ramón Colom, es de los que opinan que la cifra de 2014 está por encima “de lo que nos toca”. “Ni nos toca el 12% de cuota de los últimos años ni tampoco, quizás, este 25%. Los crecimientos y decrecimientos se hacen de manera progresiva y a eso es a lo que tenemos que tender”, explica Colom, que se congratula del “aprobado con nota alta” que ha cosechado este año lo que él califica de cine popular, el que es capaz de arrastrar una audiencia importante, en un país en el que el llamado cine de autor ya tenía sobrados exponentes claros y de calidad.

Los responsables de la industria coinciden en que en el éxito de estos títulos ha sido fundamental la promoción gigantesca que han realizado las cadenas de televisión privadas (Telecinco y Antena 3, fundamentalmente), siguiendo el ejemplo de los grandes estrenos de Hollywood.

Han sonado tantas veces las alarmas en este sector tan castigado que nadie quiere pillarse los dedos. “El enfermo ha salido de la UCI, pero sigue enfermo”. Es la reflexión de un buen conocedor de esta industria golpeada.

¡Que viva el cine!

http://cultura.elpais.com/cultura/2014/12/10/actualidad/1418219456_074305.html

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